Esta comunidad cuenta con unos principios culturales arraigados desde sus abuelos, ”africanos” estos se enfocaban en la paz en libertad como el punto de partida para construir comunidad desde la solidaridad que une a la familia y se extiende y fortalece en toda la comunidad en general con una especie de unidad y el respeto hacia el otro y hacia el territorio; toman a la música como una parte activa de sus vidas, la cual está presente en todas sus actividades cotidianas desde los rituales fúnebres hasta las diferentes formas de diversión y recreación, también respetan lo místico y ancestral dando relevancia a los maleficios, los cuales provienen de la intervención de zánganos (brujos) y bularias (brujas), quienes eran los causantes de enfermedades y mala suerte; por ejemplo hay un conjunto de enfermedades (como el mal ojo) que sólo pueden ser tratadas mediante procedimientos tradicionales (mediante baños, tomas y rezos), sin embargo se cree que de algunos maleficios, solo quien lo embrujo (zánganos o bularias) podrán liberarlos de su mal[1].
Tradicionalmente esta comunidad es muy unida y se basa en la igualdad, sin jerarquías, generalmente pacifica, pues la familia ampliada con los vecinos, los amigos y sobre todo en la alianza filial entre los compañeros de kuagro ayuda a que los conflictos se resuelven de muchas maneras por medio del baile, el juego, el dialogo, pero también entre ellas se dan las peleas, eso sí evitando la lesión; con los golpes y las peleas también se sanan sentimientos, aunque no sea la manera más delicada de hacerlo.
Es de destacar en esta comunidad que los niños, las niñas y las personas mayores son un bien común, los locos son amados y asumidos como una responsabilidad colectiva. La naturaleza es el espacio vital y la cultura es comprendida como la expresión humana del ecosistema, expresada a través de múltiples formas (baile, canto, el arte, entre otras).
Los palenqueros han trasmitido de manera oral su historia y su cultura y esa oralidad ha sido la fuente esencial de su identidad, un ejemplo de esto es la música, pues existen varios géneros musicales que son propios de esta comunidad, como es el caso del son palanquero de sexteto, el bullerengue sentado, la chalupa, la chalusonga, son de negro y el canto de lumbalú; Los cuales son transmitidos desde tempranas edades a las generaciones más jóvenes.
También La tradición oral palenquera se encuentra estrechamente ligada a la lengua, pues existen múltiples relatos propios de Palenque que encuentran en la lengua su modalidad privilegiada de existencia; haciendo referencia, incluso, a sitios y personajes que se remontan a la memoria africana.
Aunque todas las personas en la comunidad de San Basilio de Palenque poseen saberes, no todas ellas pueden ser consideradas como maestros o sabios, pues se observa que determinados conocimientos, como aquellos que precisan de cierta formación y destrezas asumidas a lo largo de la vida, descansan en manos de personas que han desarrollado sus habilidades en un saber concreto, ya sea en música, medicina tradicional o en oralidad. Por esto son considerados como pilares imprescindibles de la continuidad de lo más excepcional de la tradición palenquera.
[1] INSTITUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGÍA. Palenque de San Basilio Obra Maestra del Patrimonio intangible de la humanidad pág 34
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